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ASAGA CANARIAS DENUNCIA LA PROLIFERACIÓN DE FAUNA SILVESTRE QUE CAUSA ESTRAGOS EN EL VIÑEDO

Estado de un racimo con daños en uvas tras el ataque de fauna silvestre. Imagen cedida.
Estado de un racimo con daños en uvas tras el ataque de fauna silvestre. Imagen cedida.

Demanda a las administraciones un análisis de la situación y campañas de control para frenar las plagas de mirlos, perdices, conejos y gallinas asilvestradas como medidas para proteger esta actividad económica


La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga Canarias Asaja) denuncia la presencia cada vez mayor de fauna silvestre entre la que se encuentra mirlos, perdices, bandadas de pájaros, conejos, gallinas asilvestradas y roedores en varias explotaciones de viñedo de Tenerife. La expansión y el despliegue de estas aves y mamíferos está provocando importantes daños en la cosecha de uva de esta campaña ya de por sí mermada por el estrés hídrico que ha padecido el cultivo en los últimos años y la debilidad de la planta. Estos ataques se suman a una larga lista de factores adversos a los que tienen que hacer frente los viticultores para sostener su rentabilidad en pleno periodo de vendimia.

 

Los viticultores manifiestan su preocupación ya que el problema, lejos de aminorarse, crece cada año y no saben cómo resolverlo. La fauna silvestre, atraída por la fruta madura, actúa de varias maneras: bien se comen las uvas cuando empieza a acumularse el azúcar, lo que no solo genera un daño directo por pérdida, sino que las picaduras y heridas pueden ocasionar pudrición, o bien roen los sarmientos y las yemas de latencia durante el invierno o se alimentan de los brotes destruyendo los racimos.


En las explotaciones vitivinícolas afectadas se registran daños en en la totalidad de algunas parcelas, que comienzan en el perímetro de la finca, lo que demuestra la gravedad del problema. Los racimos aparecen picados en su parte alta o comidos en la parte baja, en diferentes porcentajes dependiendo de la zona. Este tipo de "heridas" en la fruta genera una pudrición en cascada que termina con la destrucción total del racimo.

 

La proliferación de esta fauna silvestre se asocia en parte a las lluvias de este año y la de los últimos días del mes de agosto que han favorecido la aparición de un manto de vegetación que atrae la presencia de estos animales y, en parte, al abandono paulatino de fincas colindantes a otras parcelas en producción cuyos cultivos les sirven de alimento pese a la presencia de vallados para impedir su entrada.

 

Ante este escenario, Asaga Canarias Asaja demanda la actuación de las administraciones públicas para analizar la situación, impulsar medidas disuasorias de control de esta fauna equilibrando su presencia para evitar más daños en los cultivos, fomentar campañas de mantenimiento de aquellos terrenos valutos obligando a los propietarios a su limpieza, además de establecer una línea de compensación económica local o insular que permita cubrir las pérdidas ocasionadas en el viñedo.

 

 

 

 


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